Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

Se rompieron las bombas de los digestores de la planta cloacal. Los barros quedan sin tratamiento.

La Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande, que trata los líquidos cloacales que se generan en la ciudad de Córdoba, se encuentra funcionando a media máquina debido a la rotura de ocho bombas que extraen los barros para que sean procesados en los digestores. Esos barros quedan crudos, sin ningún tipo de tratamiento.

La planta se ubica en la zona de Chacra de la Merced, en el extremo este de la Capital, sobre la margen norte del río Suquía.

Julio Ariza, delegado de los trabajadores de la Edar, informó que la semana pasada se rompió la última de las ocho bombas que se habían colocado en los nuevos digestores construidos en la ampliación de la planta, que se finalizó en 2011. Esas obras fueron ejecutadas por la Nación y costaron alrededor de 120 millones de pesos.

Ariza explicó que, como las bombas son importadas, a los repuestos hay que comprarlos en el exterior y pagarlos con euros.

Al salir de funcionamiento esos aparatos, no se pueden utilizar los digestores que procesan el barro cloacal que queda tras la sedimentación de los líquidos que ingresan a la Edar. Los barros se colocan crudos en las playas, lo que produce un importante aumento en los olores que emanan desde el lugar.

Las fallas en la planta también se extienden a los canales de ingreso. Deberían funcionar cuatro, pero sólo lo hacen tres debido a que no se consiguen unas cadenas que se utilizan en la estructura. Ariza indicó que eso produce que los líquidos sean tratados en un 80 por ciento, por lo que el resto se arroja crudo a las aguas del Suquía, produciendo contaminación.

Desde la Municipalidad aún no emitieron una respuesta sobre el tema.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/bajo-grande-funciona-media-maquina