Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

Fuente: lavoz.com

Argentina anunció que volverá a acudir al tribunal internacional de La Haya. Para la Cancillería, el permiso para fabricar 100 mil toneladas más de pasta base viola los últimos dictámenes. Presidente Mujica: Me duele mucho porque puede crear tensiones. Enviado especial.

Horacio Serafini, enviado especial a Montevideo. La autorización por parte de Uruguay a la fábrica de pasta de celulosa UPM (ex-Botnia) a aumentar su producción volvió a tensar la relación diplomática con Argentina y a reactivar las protestas de los asambleístas de Gualeguaychú.

El permiso lo anunció públicamente ayer el presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, después de una prolongada reunión con su canciller, Luis Almagro, quien el martes había encabezado una delegación que se reunió durante horas con su par argentino, Héctor Timerman, sin resultado alguno.

Mujica dijo que la autorización es para que UPM pueda aumentar su producción –que hoy es de millón de toneladas de pasta celulósica– en 100 mil toneladas, es decir la mitad de las 200 mil toneladas solicitadas por la fábrica de origen finlandés instalada en Fray Bentos, frente a Gualeguaychú.

“Esta autorización es con carácter provisorio y revocable, porque es a condición de la instalación (por parte de UPM) de una torre de enfriamiento para que los efluentes lleguen al río (Uruguay, binacional) a una temperatura por debajo de los 30 grados y con menor contenido de fósforo”, aclaró el mandatario uruguayo.

Mujica tenía tomada la decisión de otorgar esta autorización ya antes de coincidir la semana pasada en la ONU en Nueva York con Cristina Fernández y volver a hacerlo el lunes, cuando encabezaron aquí la botadura del buque “Francisco Papa”. Aquí le comunicó la decisión a Cristina y acordaron la reunión de cancilleres del día siguiente que fracasó.

“Nos quedamos sin margen para negociar”, dijo Mujica al hacer el anuncio. La confesión apuntó a la decisión que ya había tomado, como a la posición intransigente de Argentina de que en caso de hacerlo nuestro país volvería a llevar el caso a la Corte Internacional de La Haya, donde se dirimió el pleito planteado en 2005 cuando la instalación de la ex Botnia. Para Argentina, la nueva apelación se fundamenta en que el fallo de La Haya autorizó a la planta a producir 1 millón de toneladas, no 1,1 millones como podrá hacerlo ahora.

Mujica subrayó que la autorización sin el visto bueno de Argentina “me duele mucho porque puede crear tensiones y malentendidos, pero nadie va a separar de mi corazón el sentimiento hacia el pueblo argentino. Gobernar hace tomar decisiones dolorosas”. También en su defensa dijo: “Tenemos que cuidar el medio ambiente pero trabajando. Me siento federal y artiguista, pero estoy en Uruguay y debo cuidar el trabajo de los uruguayos en la cadena forestal (sector estratégico de la economía de ese país)”.

El secretario argentino de Ambiente, Juan Mussi, confirmó que el Gobierno recurrirá a La Haya, como el viernes pasado lo había adelantado un comunicado de la Cancillería. Anoche se esperaba otro comunicado oficial de Relaciones Exteriores que ratificara la decisión de recurrir la autorización a UPM.

Por su parte, la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú analizaba anoche medidas de protesta en un encuentro en la plaza central de esa ciudad.