Picolotti: “Es tiempo de que pasemos a una agenda de trabajo concreta”
¿Qué evaluación hace de los 20 años que han transcurrido desde Río ’92 hasta la fecha?
Una valoración positiva en lo que es incremento de conciencia a nivel global de que el planeta es finito y tiene sus límites, por lo tanto tenemos que ser más eficientes en la utilización de los recursos y preservar el equilibrio planetario – una cuestión clave para la supervivencia – y negativo en cuanto a la implementación de los acuerdos internacionales.
¿Cuáles son los objetivos de CEDHA en esta cumbre?
La Cumbre de la Tierra lo que ha hecho en el pasado es establecer los lineamientos y los conceptos por los cuales los demás tratados y negociaciones deberían guiarse.
Con respecto al rol de CEDHA, tendremos varias intervenciones durante la conferencia de Río+20: por un lado está el tema de las negociaciones del texto en sí, es decir la declaración de que finalmente saldrá como acuerdo de los estados en Río, que tiene diferentes puntos que se están negociando. Algunos con muchas dificultades porque los estados no están entrando en un acuerdo como por ejemplo el principio de «green economy» o economía verde, en donde hay mucha discrepancia entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo. CEDHA por un lado está siguiendo las negociaciones en sí de ese texto – con algunas posiciones muy claras en determinadas partes del texto – y por otro lado está teniendo una incidencia importante en la organización de eventos que hacen también a la Cumbre, porque la Cumbre además de negociar un texto tiene un rol fundamental que es incrementar el nivel de conciencia, de solidaridad, de cooperación entre la sociedad civil, el sector privado y los estados, en determinados temas.
¿Qué estrategias regionales y/o globales pueden implementarse para lograr un desarrollo sustentable?
Creo que lo más importante que podría salir de esta Cumbre es alguna agenda concreta de trabajo por sector con una visión de soluciones orientadas. Es decir, además de tener grandes conceptos – como puede ser «green economy» «desarrollo sustentable»- es tiempo de que pasemos a una agenda de trabajo concreta – con responsables, con presupuesto por sector – y algunos ejemplos claros en el territorio, que después puedan ser rápidamente escalados a nivel mundial. Yo siempre pienso que para tratar cuestiones a nivel global es importante empezar por un trabajo local financiado con una política clara, que después vaya incrementando se a nivel regional y luego pase a nivel global. Es muy difícil de lo contrario, porque el problema parece tan complejo, empezar a abordarlo directamente desde lo global. Lo que es global es ayudar en esto, enmarcar la cuestión conceptual, la agenda de trabajo, el financiamiento y la responsabilidad (de las acciones) que van a llevarse a cabo a nivel territorial. Pero el trabajo se realiza en el territorio.
¿Qué reflexión le merece la Cumbre de la Tierra?
La reflexión es que la Cumbre de la Tierra es una enorme oportunidad para avanzar concretamente con un plan de desarrollo sustentable de desarrollo del planeta, y como van las negociaciones parecería que esta oportunidad se va a desperdiciar. Esperemos que algo concreto salga de la Cumbre. No basta con una declaración más, estamos en un punto crucial en varios temas ambientales que hacen al equilibrio planetario. Estamos en un punto crucial en contaminación atmosférica, de agua, en generación de energía. Si no damos un viraje importante y marcamos un nuevo rumbo, vamos casi al suicidio colectivo. Yo tengo una enorme confianza, más allá de las negociaciones formales, en la sociedad civil organizada, en que esta revolución que necesitamos – de pensamiento y tecnológica – que se está dando en el mundo, va a ser filtrada y va a tener incidencia en la alta política. Hasta ahora parece que la alta política se mantiene sorda, ciega y muda a los informes científicos y al grado de conciencia y de urgencia que está requiriendo la sociedad civil. Esperemos que nuestros gobernantes – que dicen representarnos – finalmente entiendan que tienen que elaborar políticas de largo plazo en materia ambiental y no estén atadas necesariamente a la próxima elección.