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(desde Lima)
Tres Lecciones desde la COP de Lima
por Romina Picolotti, V. Ramanathan, & Durwood Zaelke
(traducido del Inglés)
El cambio climático no puede resolverse sin el liderazgo de los jefes de estado, sin mitigación inmediata del calentamiento del planeta a corto plazo, y sin reducir contaminantes climáticos de corta vida como sumplemento al acuerdo climático de Naciones Unidas.
El cambio climático no puede ser resuelto solamente por ministros, sino que requiere el liderazgo de los jefes de estado. Al colocar la agenda del clima durante los últimos 18 meses en el ámbito de los líderes de estado, el Presidente de los Estados Unidos, Barrack Obama logró cambiar el clima de las negociaciones climáticas. Su esfuerzo comenzó con su primer reunión con el Presidente Xi de China, en Sunnylands California, en junio de este año, donde los dos contaminadores climáticos más grandes del planeta lograron dos acuerdos: uno en la cooperación respecto a los riesgos de Corea del Norte, y el otro, reducir los super gases de efecto invernadero conocidos como HFCs (hidrofluorocarbonos). El Presidente Obama sumó a este, ótros acuerdos bilaterales sobre HFCs con el Presidente Xi y con el Primer Ministro hindú, Narendra Modi, asi como otros acuerdos en el marco del G8 y el G20. En este contexto se anunciaba el histórico convenio para la mitigación climática entre los Estados Unidos y la China el mes pasado. Estos éxitos le otorgan a Presidente Obama la credibilidad que necesita no sólo para continuar su liderazgo hacia la próxima COP (fines del 2015 en Paris), pero también para asegurarle a los ciudadanos norteamericanos que su gobierno podrá protegerlos y evitar una crisis climática irreversible. El liderazgo de los jefes de instituciones religiosas también es importante para conseguir el m apoyo masivo del público. La Iglesia Católica, por su parte y liderada por el Papa Francisco, ha dado un primer paso importante cuando en la primer homilía el Santo Padre realizó un potente llamado a la protección de la Tierra.
El acuerdo climático de Naciones Unidas no puede. por sí solo, avanzar lo suficientemente rápido para frenar el calentamiento de la Tierra en el corto plazo. La mitigación rápida ya sea bajo el paragüas o fuera del acuerdo climático de Naciones Unidas es esencial y debe comenzar inmediatamente. La mitigación rápida es necesaria para cubrir la laguna entre hoy y el año 2020, año en el que un eventual acuerdo climático de Naciones Unidas podría entrar en vigor, presumiendo que se pueda lograr un acuerdo en París el año que viene. La resolución de un problema que se mueve a alta velocidad requiere un sistema de gobierno también de rápido andar. Pues se podría perder la partida climática inclusive antes de que se llegue a la fecha de puesta en marcha de un eventual acuerdo en el año 2020. El hielo del Mar Ártico ya está desapareciendo y con él, se reduce la capacidad reflectiva y protectora blanca de la Tierra, la que refracta el calor solar nuevamente al espacio. Los suelos permanentemente congelados de la alta montaña (el permafrost) se están moviendo a latitutes más y más altas, lo que descubre y emite metano y CO2 a la atmósfera, mientras que los bosques colapsan y también emiten CO2 debido a su biomasa y suelos en constante deteriroro, al mismo tiempo la capacidad del almacenaje de CO2 en los océanos también se está reduciendo debido al cambio global. La velocidad de acción es crucial. Pero los tiempos de las negociaciones de Naciones Unidas para evitar el cambio climático no brindarán una solución definitiva que llegue a tiempo. Necesitamos acciones de mitigación rápida desde todas las avenidas posibles no sólo para prevenir mayor sufrimiento sino por que es esencial para la adaptación. La mitigación rápida también nos brinda mejoras medibles que motivarán a los líderes políticos y a los ciudadanos del mundo para que se embarquen a hacer más por el clima.
El acuerdo climático de las Naciones Unidas no puede resolver el cambio climático solo. La resolución del cambio climático no es solamente un asunto del acuerdo climático de la Naciones Unidas. La mitigación complementaria necesaria incluye la utilización del tratado ambiental más exitoso del mundo, el Protocolo de Montreal, para virtualmente eliminar uno de los seis principales gases de efecto invernadero, reduciendo la producción y el consumo de HFCs, mientras que su contabilidad y los informes de progreso permanecen dentro del proceso climático de las Naciones Unidas. Es decir debemos utilizar el Protocolo de Montreal para reducir HFCs y su reducción puede contabilizarse bajo la CMNUCC. Esto pruede brindar el equivalente de 100 a 200 mil millones de toneladas de mitigación de CO2 equivalente para el año 2050, y evitar hasta 0.5 C de calentamiento global a fin de siglo. Otra mitigación complementaria incluye la utilización de leyes e instituciones regionales para cortar la emisión de carbón negro y otros contaminantes atmosféricos que producen el smog, contaminantes climáticos muy potentes que no están incluídos en las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas, pero que se cobran la vida de más de 7 millones de personas todos los años. La Coalición para el Clima y el Aire Limpio para Reducir los Contaminantes Climáticos de Corta Vida (la CCAC), creada hace dos años por varios países, está ayudando a suplir las faltas en la agenda climática mundial con acciones rápidas para reducir la emisión de carbón negro, metano y HFCs. Reducir estos contaminantes climáticos utilizando tecnologías, leyes e instituciones existentes puede reducir la velocidad del calentamiento global por la mitad en el corto plazo hasta mediados del siglo, y por dos tercios en la zona ártica.
Reducir la velocidad del calentamiento global por la mitad es esencial para la adaptación, simplemente porque siempre es mejor prevenir el daño que adaptarse al daño. El liderazgo de los jefes de estado y un plan de acción para la mitigación rápida para complementar un acuerdo climático de Naciones Unidas es escencial para dar respuesta a las demandas legítimas de los ciudadanos a sus gobiernos sobre la necesidad de accionar YA para evitar una crisis climática irreversible.