Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

El 30 de Mayo pasado se realizó en Garrucho, Rio Grande do Sul, Brasil, el I Foro Binacional sobre la represa de Garabí coorganizada por los Concejos Deliberantes de Garruchos (Brasil) y Garruchos (Argentina). Este espacio permitió intercambiar posiciones y difundir información respecto al proyecto de construir la represa hidroléctrica de Garabí, proyecto de fuerte impacto ambiental y del que se es díficil encontrar información precisa.

El Foro contó con representantes de la Sociedad Civil que realizaron presentaciones analizando el proyecto hidroléctrico para la zona, compartieron experiencias de otras represas y sugirieron opciones para avanzar en este proceso pero asegurnado el respeto por el Ambiente. Las organizaciones expositoras fueron Amigos da Terra (Brasil), Movimento atingidos pela Barragem (MAB, Brasil), Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA, Argentina) y el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ, Argentina.

Una de las principales demandas, tanto de los campesinos de la zona como de los funcionarios gubernamentales de las localidades de la región, fue la de tener mayor acceso a información sobre el proyecto. Asimismo, se hizo énfasis en la importancia de que las decisiones sobre el proyecto no sean tomadas desde Buenos Aires y Brasilia sino abriendo espacios de participación para los actores locales. En este sentido, la presentación de CEDHA sobre “Participación en proyectos de desarrollo” planteó algunas opciones para dar respuesta a esta problemática tanto desde la estructura de IIRSA (Iniciativa para la integración de infraestructura regional sudamericana), de la que forma parte este proyecto, como desde las legislaciones nacionales.

El proyecto Garabí es un complejo hidroeléctrico que forma parte del grupo «energético» del eje MERCOSUR-Chile de IIRSA. La represa estará situada en la zona de los Saltos de Garabí, en la provincia argentina de Corrientes, aunque también comprenderá un tramo de la provincia norteña de Misiones, y cruzará el río Uruguay, que divide Argentina con el distrito brasileño de Río Grande do Sul.

El proyecto Garabí XXI contempla la construcción de dos embalses que ocuparán unas 20.000 hectáreas cada una y la construcción de dos centrales: Santa María y Garabí. El proyecto, del cuál es muy difícil acceder a información oficial precisa, implicará importantes impactos negativos. Los detalles precisos de las consecuencias aún no se pueden determinar debido, precisamente, a la falta de información. De todos modos, inundará aproximadamente 40.000 hectáreas con el consecuente desplazamiento de comunidades locales, pérdida de biodiversidad en una de las zonas argentinas más ricas en este recurso, modificación de sistemas hídricos, eliminación de pautas culturales además de contribuir al cambio climático por la emisión de gases de efecto invernadero (por la descomposición de materia orgánica producto de las inundaciones) lo cual se magnifica en una zona tropical.

Antes de dar comienzo a las obras de este gran proyecto se debería hacer un análisis del impacto general de la gran cantidad de represas, existentes y en planificación, sobre el río Uruguay. Asimismo, se debería evaluar con seriedad la viabilidad de otras alternativas para la generación de energía eléctrica con menores impactos negativos. En este sentido, podría pensarse en micro represas, recuperación de antiguas hidroeléctricas o energía eólica por nombrar algunas.

Son muchos los impactos del proyecto Garabí XXI y es realmente poca la información accesible sobre esta iniciativa que parece tener un fuerte impulso a nivel presidencial. Este es un problema que debe ser solucionado para comenzar a pensar, con seriedad y brindando espacios de participación, las opciones para generar energía minimizando los impactos negativos, respetando los tres pilares del Desarrollo Sustentable.

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Juan Martin Carballo

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