Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

21 octubre de 2010 – Ottawa Canadá – En pleno debate sobre un proyecto de ley canadiense que aumentaría el control público sobre empresas mineras que operan en el exterior, se filtró un informe comisionado por el sector empresario minero, condenando fuertemente a las empresas mineras canadienses como las más irresponsables del mundo.

La producción minera canadiense representa US$42,000 millones del producto bruto del país, genera cientos de miles de puestos de trabajo en Canadá y en el exterior, y las empresas Canadienses representan más del 75% de toda la minería del mundo, invirtiendo en prácticamente todos los países del mundo, dice el informe. Solamente disputan esta privilegiada ubicación canadiense unas pocas mega-empresas de Australia, Sur África y Gran Bretaña.

 

El informe, comisionado por una cámara de mineros (Prospectors and Developers Association of Canada) resalta que el gobierno de Canadá ha reconocido una multitud de problemas éticos, violaciones de derechos humanos y de normativa ambiental de empresas mineras canadienses. Toman una muestra significativa de emprendimientos en diversos lugares del mundo donde se han manifestado importantes conflictos en los últimos 10 años, incluyendo proyectos activos o en exploraciones. También se evalúa si las iniciativas de RSE de las empresas ayudan de algún modo a mermar los típicos conflictos recurrentes del sector en materia ambiental y social.

Los criterios evaluados son impactos ambientales, violaciones de derechos humanos, violaciones de leyes locales, conflictos con la comunidad, impactos culturales y/o económicos, violencia, seguridad en el trabajo, y violaciones éticas. Se consideraron tanto empresas canadienses operando en el exterior como sus subsidiarias y contratistas.

Remontando a 1999 los investigadores encontraron 171 incidentes involucrando a empresas canadienses en violaciones de derechos humanos, contaminación ambiental, conflictos con la comunidad, o prácticas no-éticas, lo que sería un promedio de 17 incidentes verificados por año.

Los incidentes más comunes según el informe son los conflictos en comunidades que representan el 62% de los casos, ambientales (37%), derechos humanos (30%), y faltas de ética (28%), y seguridad en el trabajo (13%). (ver gráfico original del informe)

Respecto a los programas de RSE en las empresas mineras, muy pocas cuentan con mucho más que unos pocos párrafos en sus páginas de Internet y prácticamente ningunas ofrecen verificación de terceros de sus prácticas en RSE.

El informe enfatiza que las empresas canadienses constan con cuatro veces más violaciones que sus pares Australianas, Británicas, de Estados Unidos o Hindúes.

Las violaciones registradas pertenecen principalmente a proyectos activos (79%), y 21% a exploraciones.

Un punto interesante relevado en el informe es que los minerales que generan incidentes son principalmente el oro (40%), el cobre (13%), y el carbón (12%) debido, según especulan los investigadores, a las condiciones dificultosas que presentan las extracciones de estos minerales en comparación a otros.

Otro dato revelador es que la estadística demuestra que de las regiones del mundo afectadas Latinoamérica es la más problemática con 32% de los incidentes registrados, seguida por África (24%), y el Sur Este Asiático (19%).

Uno de cada tres casos de incidentes en proyectos mineros seguro que tiene alguna empresa canadiense detrás del hecho o alguna empresa canadiense es partícipe en el mismo. El oro es el principal culpable de los incidentes y la estadística muestra además, que en la mayoría de estos casos, los incidentes no son de tipo accidente en el trabajo, sino que tienen que ver directamente con conflictos con la comunidad, contaminación o violaciones de la ley.

No es sorpresa para nadie que casi todas las empresas canadienses (8 de cada 10 que registran incidentes) cuentan con pintorescas políticas de RSE, o proclaman hacer “minería responsable”, lo que el estudio demuestra no incide a favor de las empresas en el momento de sumar delitos e incidentes.

Los investigadores citan que en muchos casos las políticas de RSE vinieron solamente como respuesta a acontecimientos de conflictos.

El informe finalmente llama a la necesidad de fortalecer los controles del estado, por ejemplo, en la evaluación de proyectos mineros en materia social y ambiental antes del otorgamiento de financiamiento público a empresas mineras, precisamente lo que hoy se está debatiendo en el seno del Parlamento Canadiense (el proyecto de ley C-300 que está siendo fuertemente debatido y opuesto por el lobby minero). El informe fue justamente comisionado en el marco de la discusión sobre los controles a la minería canadiense, pero para disgusto del sector minero, no arrojó los resultados esperados por las empresas.

Los investigadores también aplauden los pasos tomados por el gobierno de Noruega en crear un Consejo de Ética para evaluar inversiones públicas noruegas en emprendimientos privados. El consejo noruego decidió recientemente, por ejemplo, retirar su apoyo económico a Barrick Gold por problemas de contaminación verificados en Papua Nueva Guinea. Sin nombrar a Barrick Gold, los investigadores aplauden la decisión de Noruega. Barrick, quien en Argentina y Chile tiene abierto varios conflictos con comunidades refuta contundentemente todas las críticas que se le han hecho durante las discusión sobre la ley C-300 respecto a sus operaciones en Argentina, Papua Nueva Guinea, Tanzania y Filipinas. También es una empresa que realiza arduas tareas de relaciones públicas sosteniendo que hace “minería responsable”.

La conclusión principal de los investigadores es que “los resultados demuestran que hay un panorama menos que ideal de la RSE en el sector minero canadiense; [que] del universo de empresas registradas con problemas, el 34% son canadienses, tres veces más que su seguidor Australia … de los conflictos la mayoría (el 60%) son problemas con las comunidades, y casi la mitad de estos tienen que ver con problemas ambientales. Claramente, el sector minero canadiense debe cambiar su rumbo.”

En Argentina, los números no varían de los internacionales. De unos 80 proyectos mineros claves conocidos públicamente, más de la mitad son Canadienses, y operados por muchas de las mismas empresas que tienen problemas en cada lugar que asientan su producción.

Entre las empresas con base en Canadá que operan en la Argentina están: Argentex, Barrick, Canadian Gold Hunter, Extorre, Golden Peaks, IMA Resources, Malbex, Mansfield Minerals, Meridian Gold, Northern Orion, Pan American, Silver Standard, Sunshine, Suramina, TNR, Viceroy, y Yamana Gold, entre otras.

Jorge Daniel Taillant

[email protected]

Tel: +54 9 351 507 8376

www.cedha.org.ar