Nota de Opinión
8 Septiembre 2010 – Nuevamente, el intento de crear un marco nacional de protección de los glaciares sufrió un traspié ante el lobby minero. El tratamiento del proyecto de ley acordado entre el Senador Daniel Filmus y el Diputado Miguel Bonasso, que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados, fue postergado en el Senado y se abordaría recién a fin de mes.
El proyecto de ley viene sufriendo eternas demoras, por intromisión en la política del lobby minero, desde que la Presidente Cristina Fernández de Kirchner vetó a finales del 2008 el proyecto original que había sido unánimemente votado por ambas cámaras del Congreso.
¿Por qué tantas demoras en sacar esta ley, postergando la tan importante protección de nada menos que nuestros glaciares que sirven de reguladores de cuencas hídricas para una gran parte de la población occidental argentina en algunas de las regiones más áridas del país? Es simplemente porque en las provincias donde se encuentran la gran mayoría de los glaciares argentinos, también se encuentran las principales explotaciones mineras del país. Y lamentablemente muchos de los minerales preciosos que buscan las multinacionales, están debajo de los glaciares, o muy cercas a ellos.
No nos confundamos con la reciente aprobación de leyes provinciales sobre glaciares. Si los mineros están de acuerdo con estas leyes locales (y lo están), es porque estas leyes permiten seguir sacando oro y otros minerales donde hoy hay glaciares. Lo mismo sucede con el proyecto de ley nacional propuesto anteriormente por el Senador Filmus. La ley Filmus también es del agrado de los mineros y también dejaría a los mineros sacara oro y otros minerales donde hoy hay glaciares.
La gran preocupación del sector minero con el proyecto de ley nacional (el llamado Acuerdo Bonasso-Filmus) es que un marco jurídico serio de protección de glaciares limita su posibilidad de extraer minerales, especialmente el oro, que en muchos casos se encuentra debajo del hielo y en otros, lo suficientemente cerca del hielo para que su extracción, indirectamente implique un impacto importante en el recurso hídrico congelado. El punto clave es lo que entendemos por “cerca” del hielo, lo que en términos de la ley es lo que se llama el “periglaciar”.
El perfecto ejemplo es el mega proyecto de Barrick Gold, Pascua Lama, que aun no empezó a producir y según estimaciones, ya destruyó el 60% de los glaciares en su entorno, glaciares que están “cerca” del emprendimiento. Esto es tan solo por la impactos incidentales del proceso industrial que lleva adelante la empresa, por ejemplo, la introducción de caminos en la alta montaña para el de camiones, y la operación de la maquinaria que opera en la etapa de prospección y en la preparación de la mina para la explotación. En algunos casos, la introducción de caminos se hace abriendo huellas por medio de glaciares existentes en la alta montaña, en otros, el oscurecimiento del glaciar por la contaminación de la maquinaria, la circulación de vehículos y la remoción de suelos, causa el calentamiento de la masa de hielo y posteriormente su derretimiento. Una vez que empiece la explotación de Pascua Lama se terminará por destruir el resto de los glaciares en su entorno. Es prácticamente inevitable.
Esta es la gran ironía con la explotación de minerales en alta montaña donde hay hielo. Por obtener un beneficio generamos una gran tragedia ecológica.
Lo que los Senadores deben entender es que la mega-minería no es compatible con la protección de los glaciares y por lo tanto, hay que limitar la producción minera cuando se encuentran glaciares en su cercanía.
Esa es la diferencia fundamental entre el Proyecto Filmus (el que quieren los mega mineros) y el Proyecto Acuerdo Bonasso-Filmus el que suena mucho más sensato considerando que el objetivo de la ley es proteger a los glaciares, y no facilitarles a los mineros su destrucción.
El proyecto Filmus favorece a la minería sin control, limitando la definición de lo que es un glaciar y su perímetro (el periglaciar). El proyecto Acuerdo Bonasso-Filmus nos da más protección y evitaría el desastre ecológico en la alta montaña, conservando nuestro patrimonio de hielo.
El lobby minero propone que las leyes provinciales recientemente aprobadas en materia de glaciares son mejores, y que flexibilizar la definición de lo que es un glaciar y eliminar el concepto de lo que es un periglaciar en una eventual ley nacional, es bueno para la protección de los glaciares.
¡MENTIRA!
Como dijo el Gobernador Gioja … “Muchachos, los Andes son grandes!”
Pues Gobernador Gioja y Secretario Mayoral, entonces si son tan grandes, que los mineros se vayan a sacar oro de otro lado, donde no hay glaciares!
Votemos bien, votemos al Acuerdo Bonasso Filmus!
Para más información:
Jorge Daniel Taillant
www.cedha.org.ar