Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

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(Traducción no oficial por CEDHA)

GINEBRA (28 febrero 2012) – “El Gobierno de Bangladesh debe asegurar que cualquier política relativa a la minería de carbón a cielo abierto debe incluir salvaguardas sólidas para proteger derechos humanos. En el ínterin, no debe permitirse la continuidad de la mina de carbón Phulbari por las interrupciones masivas que causaría,” dijo hoy un grupo de expertos independientes de Naciones Unidas. Advirtieron que si esta mina a cielo abierto es permitida, podría desplazar a cientos de miles de personas y llevar a la violación de derechos humanos fundamentales.

“El desarrollo de Phulbari desplazaría a comunidades campesinas vulnerables, y amenazaría el sustento de vida de otros miles de personas causando daños irreversibles a fuentes de agua y a ecosistemas de la región,” dijeron los expertos. Notaron además que aproximadamente 50,000 a 130,000 personas serían inmediatamente desplazadas por el proyecto, y hasta 220,000 potencialmente serían afectadas a futuro cuando se sequen los canales de irrigación y los pozos de agua.

Un comité del parlamento está tratando una política nacional de carbón, y según las primeras indicaciones, se aprobaría la minería de carbón a cielo abierto, lo que permitiría el desarrollo de la mina de Phulbari en el noroeste de Bangladesh. La mina extraería unas 572 millones de toneladas de carbón durante los próximos 36 años de un área que abarca a unas 6,000 hectáreas, destruyendo aproximadamente 12,000 hectáreas de tierras agrícolas productivas.

“Recibimos con beneplácito el reconocimiento del Primer Ministro Hasina que la extracción de carbón en Bangladesh amenazaría a zonas densamente pobladas. Sin embargo, están emergiendo distintas señales, y los inversores continúan empujando hacia delante,” advirtieron los expertos independientes de derechos humanos.

Agua y Alimento

“Prácticamente la mitad de la población de Bangladesh no tiene seguridad alimenticia, mientras que casi un cuarto carece severamente de alimentos. La producción de alimentos debe ser fortalecida, no sacrificada para proyectos industriales,” dijo el Representante Especial sobre el Derecho al Agua, Olivier De Schutter. La tierra de Bangladesh que está en riesgo es la zona agrícola más fértil, donde la producción de cultivos básicos como el arroz y el trigo permiten que los pequeños agricultores alimenten a sus familias, y además este cultivo abastece a la necesidad alimenticia de todo el país.

Adicionalmente a la destrucción de tierras agrícolas, se podrían destruir canales de agua que abastecen a más de 1,000 emprendimientos pesqueros y a unos 50,000 árboles frutales. La mesa de agua podría bajar unos 15 a 25 metros durante la vida de la mina. “El acceso al agua potable para unas 220,000 personas está en juego,” dijo Catarina de Albuquerque, la Representante Especial sobre el derecho humano al agua y saneamiento.

El Desplazamiento y los Derechos Indígenas

Los que serían afectados incluyen pueblos enteros de Santal, Munda, Mahili y comunidades indígenas de Pahan. “El desplazamiento en esta escala, particularmente de pueblos indígenas, no es aceptable sin su consentimiento previo, informado y libre, y presenta una amenaza inmediata a la seguridad y a la calidad de vida,” advirtieron los Representantes Especiales Raquel Rolnik (vivienda adecuada) y James Anaya (pueblos indígenas).

Derechos Democráticos

También han surgido preocupaciones respecto a la represión de defensores de derechos humanos, quienes se han manifestado pacíficamente en contra de la mina de carbón Phulbari, y en contra de otros proyectos en el sector energético. “La legitimidad del proceso es altamente cuestionada,” notaron los Representantes Especiales Frank La Rue (libertad de opinión y expresión) y Maina Kivi (libertad de asociación y de asambleas pacíficas). “Las personas deben ser informadas durante el proceso, y no deben ser intimidadas a tal punto de no poder ejercer su derecho de expresar sus opiniones y de reunirse pacíficamente.”

“Si el gobierno incorpora los principios de derechos humanos a la estrategia nacional de desarrollo, y cumple sus obligaciones de derechos humanos, es más probable que reduzca la pobreza. Las políticas de derechos humanos y las políticas de desarrollo se refuerzan mutuamente,” dijo la Representante Especial sobre Pobreza y Derechos Humanos, Magdalena Sepúlveda.

“La mina de carbón Phulbari puede apetecer a los inversores. Pero para muchos Bangladeshis, la degradación mayorista del ambiente de la región de Phulbari, aumentará la inseguridad alimenticia, la pobreza y la vulnerabilidad a eventos climáticos para las generaciones futuras,” advirtieron los expertos independientes.

FIN

Comunicado en inglés