Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

Bajo este interrogante, el pasado 1º de Noviembre de 2010 se llevó a cabo, en la Bolsa de Comercio de la ciudad de Buenos Aires, la jornada de discusión abierta ¿Puede la RSE contribuir al Desarrollo Humano?, organizada por la Red Pacto Global de  Argentina.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de Argentina presentó los resultados del estudio de RSE y Desarrollo Humano. En él se analizaron 5 empresas de nuestro país, Los Grobos, Grupo Motta, Volkswagen Argentina, Kretz y Masisa de Argentina. Elisabet Garriga, profesora de EADA Business School, fue la encargada de explicar cuáles fueron la metodología de trabajo, el marco teórico y las conclusiones finales del informe.

CEDHA, como miembro reciente del Global Compact, participó en la jornada con el propósito de conocer las discusiones actuales en torno a la temática de la RSE en nuestro país, acompañando así a la Red Local.

Las hipótesis abordadas en el informe fueron las siguientes:

  • ¿Cómo es posible aumentar la ventaja competitiva de la empresa y el desarrollo humano a través de la RSC?
  • ¿Se puede alinear la RSC con la estrategia empresarial?
  • ¿Cómo medir el impacto social de los programas de la RSC?

La teoría aplicada en la investigación fue el Análisis más actual de las 5 Fuerzas de Michael Porter, donde incluye la RSC, y la Teoría de Capacidades de Amartya Sen.

Empresarios nacionales expusieron las políticas y programas de RSC aplicados en sus empresas. Por su parte, Héctor Motta, presidente del Grupo Motta, recalcó la importancia de la adhesión al Pacto Global como una forma de sistematizar las acciones de RSC. Mientras que Gustavo Grobocopatel, de Los Grobo, destacó que se trata de un enfoque novedoso e integrador de los problemas vinculados con las personas, el vínculo de las personas con las organizaciones y éstas con la sociedad y el mercado, cuestiones que en los debates están disociadas. Además, se busca resolver a través del mismo las tensiones que se pueden generar entre la búsqueda de competitividad de las empresas y la mejora de la calidad de vida de las personas.

Estuvieron también representantes de la Fundación Compromiso, Avina y Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible quienes aportaron sus comentarios sobre el informe, estando todos de acuerdo en que éste significa un buen comienzo para integrar la RSC y el Desarrollo Humano. Coincidieron también en que se hace necesario evaluar los programas de las empresas a través de indicadores cualitativos que midan su eficiencia y eficacia. “Se logra crear un doble valor a través de los programas de RSC si además de generar valor económico para la empresa se genera también un mayor bienestar  para la sociedad”.[1]

Finalmente, el responsable del cierre de la Jornada fue Carlos March de Avina, quién sostuvo que el estudio “rompe con la lógica de maximizar ganancias y minimizar inversión social, rompe con la lógica de medir la inversión social en términos de dinero para pasar a medirla en generación de capacidades,  con la lógica de separar capital financiero, capital económico y capital humano de capital social, rompe con la lógica de restringir el acceso a  información sobre las estrategias de RSE de las empresas”.

Además agregó que se plantean los siguientes desafíos: dejar de ver la responsabilidad social empresaria como un gasto, convertir estas experiencias en modelos, medir los intangibles, incluir principios en la competitividad del sistema productivo, lograr características de irreversibilidad en los procesos de la transformación social que debe ser llevado a cabo por el sector empresario y, por último, convertir los modelos en políticas públicas articuladas por todos los actores.

Para más información:

Programa de Derechos Humanos, Empresas y Desarrollo Sustentable

Eugenia Acevedo
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Natalia Soto
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www.cedha.org.ar