Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

Medellín Colombia – 4 de Junio de 2008 – Al cierre de la 38 ª Asamblea General Anual de la Organización de Estados Americanos, los representantes del hemisferio adoptaron la resolución que exhorta a profundizar la comprensión hemisférica del impacto que tiene el cambio climático en comunidades de la región, y particularmente en su capacidad de realizar sus derechos humanos.

La resolución AG / RES 2429 sobre Derechos Humanos y Cambio Climático en las Américas, aprobada el día de ayer, incorpora formalmente al cambio climático y sus efectos sobre los derechos humanos en la agenda política del hemisferio, y abre el camino para el desarrollo de una plataforma regional orientada a profundizar la comprensión de los Estados del hemisferio sobre el cambio climático y sus efectos, definir prioridades y posibles soluciones al fenómeno, y pugnar por una más eficaz e informada participación en de Estados del continente en las negociaciones globales sobre el cambio climático. La resolución hace un llamado de atención sobre los impactos que el cambio climático tiene sobre el desarrollo sostenible y expresa su preocupación por «las consecuencias que podría tener para el pleno disfrute de los derechos humanos», llamando a los organismos regionales encargados del medio ambiente y los derechos humanos a informar a los Estados sobre tales impactos.

Argentina presentó recientemente la resolución para su consideración ante el Consejo Permanente de la OEA, previo a la Asamblea General de Medellín esta semana, instando a los países a tomar acción ante el impacto desigual que causa el cambio climático en países en desarrollo, en comunidades que son vulnerables al clima y donde el riesgo de sufrir serias consecuencias son importantes.

Estos impactos impiden el desarrollo socio-económico de países y comunidades clima-vulnerables, debilita las garantías de derechos humanos de individuos y comunidades, y genera presión indebida a Estados que deberán incrementar desarrollar políticas públicas y programas para cumplir con sus obligaciones de defender los derechos humanos de sus habitantes.

Una perspectiva de derechos humanos permite revelar impactos sociales del cambio climático, identificar barreras al desarrollo y posicionar mejor a países clima-vulnerables, en los ámbitos internacionales donde se están negociando acuerdos globales sobre la materia. Lamentablemente muchos países impactados por el cambio climático han sido marginados en las negociaciones mundiales, y son precisamente los que más deberían estar activamente participando y liderando la discusión.

Los “Contaminadores del Clima” se han negado a un acuerdo sobre la reducción de emisiones y son también reacios a comprometerse a pagar por los impactos sociales y económicos que están causando a algunas de las comunidades más vulnerables al clima.

El Estado argentino está realizando un importante impulso dentro de las negociaciones globales sobre cambio climático para que las mismas se centren más en la adaptación y la mitigación del impacto, que incluyan políticas, planes y medidas para que las comunidades afectadas puedan hacer frente al cambio climático. También impulsa en este marco, la transferencia de las tecnologías modernas, como las energías renovables (y su financiación), desde países industrializados hacia países en desarrollo así como la necesidad de fomentar el financiamiento y acciones de adaptación para asegurar que los grupos más vulnerables al cambio climático estén debidamente protegidos.

La resolución pide a los Estados y a los organismos del hemisferio «continuar e intensificar los esfuerzos que se realizan dentro de la OEA para contrarrestar los efectos adversos del cambio climático, y para aumentar la resiliencia y la capacidad de adaptación al fenómeno del cambio climático entre estados y poblaciones vulnerables”. Asimismo, compromete al principal órgano de derechos humanos del hemisferio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Departamento de Desarrollo Sostenible, a trabajar en colaboración y para integrar su trabajo con los esfuerzos que se están llevando a cabo a nivel global a través de las agencias de la ONU como el Consejo de Derechos Humanos, el IPCC, la sociedad civil, y otros.

Winston Williams, el Embajador de Antigua y Barbuda ante la OEA, se refirió ayer a la sesión plenaria de la OEA que aprobó la resolución y dijo: «La inacción ya no es una opción viable. El camino a seguir es claro, debemos tomar medidas para reducir nuestra vulnerabilidad al cambio climático en particular en nuestra región los países menos adelantados. El cambio climático plantea un peligro claro y presente para todos los países de este hemisferio y ya no podemos darnos el lujo de sentarnos y no hacer nada”.

Romina Picolotti, la Secretaria de Ambiente de Argentina, desde Oslo, donde está participando en negociaciones internacionales sobre el clima mundial y cuyo equipo junto con la Cancillería Argentina, presentaron y negociaron la resolución ante sus pares en la OEA, indicó, «Es hora de desarrollar una agenda regional para atender a las necesidades de los grupos más vulnerables afectados por un problema que ellos no generaron, y que los países que causan el problema asuman la responsabilidad de financiar las soluciones, las transferencias tecnológicas, y las inversiones que estimemos necesarias en mitigación y en adaptación. Esta resolución allana el camino para un comienzo importante para lograr ese objetivo».

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