Juan Picolotti, Asesor Legal de CEDHA presenta en Formosa sobre los riesgos de la producción nuclear.
Con la presencia de reconocidas organizaciones de la sociedad civil, referentes políticos provinciales y nacionales, y miembros de la Comisión de Derechos y Garantías de Senado Nacional, se realizó el día jueves 24 de Abril, en Formosa, una Audiencia Ciudadana para intercambiar información sobre los posibles riesgos y virtudes de trasladar la ya clausurada planta de uranio Dioxitek desde la ciudad de Córdoba a la capital de la Provincia de Formosa.
La audiencia fue convocada por la Comisión de Derechos y Garantías del Senado y participaron en calidad de expositores: Juan Miguel Picolotti, Asesor Legal del Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA); Soledad Sede, representante de Greenpeace Argentina; Gretel Schaj, representante de los Verdes; Raúl Montenegro, Presidente de FUNAM; y Juan Schroeder Presidente de Red Emergencias Ambientales. También hicieron presencia y expusieron los Senadores por Córdoba, Luis Juez y Norma Morandini e invitados especiales del Senado de Paraguay preocupados por los posibles impactos transfronterizos que pudiera causar un eventual accidente nuclear en la provincia vecina de Formosa.
Los expositores fueron unánimes en su llamada de alerta sobre los riesgos que representan no solamente la producción nuclear, sino también los residuos nucleares generados y descartados en zonas pobladas, y como referencia, aludieron a Dioxitek, SA, que operó durante décadas en plena ciudad de Córdoba, la segunda ciudad del país, con más de 1 millón de personas. Dioxitek dejó en una zona densamente poblada, más de 60.000 toneladas de residuos radioactivos que aun no tienen disposición final y que hoy nadie quiere recibir. La falta de resolución sobre su traslado y disposición, se ha convertido en un dolor de cabeza para sucesivas administraciones municipales. Los desechos nucleares, además hoy representan un grave problema para la comunidad local, ya que los predios contaminados son inutilizables, y afrontan permanentemente la presión del avance urbano, con un latente riesgo para la salud de los residentes cordobeses, en caso de que hubiera un accidente que involucre al predio.
Greenpeace y CEDHA, miembros de la red Córdoba No Nuclear llevan adelante una campaña para frenar la renovación de la usina nuclear Embalse en la localidad homónima de la provincia de Córdoba, y se oponen al traslado de operaciones nucleares a Formosa o a cualquier otro destino del país. La coalición de organizaciones ambientalistas advierte que la profundización de la producción de energía nuclear demuestra una clara falta de innovación por parte del Ejecutivo Nacional en materia de política energética, y además va en contra de lo que hoy necesitamos a nivel mundial, que es una progresiva inversión en energías renovables y una regresiva inversión en energías fósiles y nucleares. “El fin de la vida útil de la planta de Embalse y el cierre de Dioxitek debe ser tomado como una oportunidad para volcar nuestra matriz energética hacia energías renovables”, declaró Juan Picolotti desde Formosa.
Picolotti además pidió por la reforma de la Ley Nacional de Gestión de Residuos Radioactivos (Ley 25018) por ser una ley muy general e insuficiente para abordar y determinar con claridad la responsabilidad civil y penal de quienes gestionan los residuos radioactivos. Pidió también por la introducción de nueva legislación nacional que establezca los presupuestos mínimos legales a aplicarse en materia de tratamientos de residuos nucleares y para orientar a los estudios de impacto ambiental obligados en este tipo de emprendimientos. “Hoy existe un vacío importante en la materia”, dijo Picolotti.
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