Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se encuentra en proceso de renovar su política de disponibilidad de información con el objetivo de al menos igualar los estándares establecidos por la nueva política del Banco Mundial. Este proceso, de una extraordinaria celeridad, ha contado con la participación de diferentes instituciones de la Sociedad Civil, entre ellas CEDHA, como integrante de la Iniciativa por la Transparencia Global (GTI, en inglés).

El BID está impulsando una renovación de su política de disponibilidad de información en un proceso de plazos extremadamente breves. La urgencia en esta revisión se debe a que el mejoramiento de esta política fue establecido como una condición para aumentar el capital del Banco, según lo decidieran los Ministros de Economía de los países miembros del BID. En la Declaración de Cancún (en inglés), se ordenó a la gerencia del Banco esta renovación al plantear que “los Gobernadores indican a la Administración que implemente una nueva política de disponibilidad de información que satisfaga las más elevadas normas aplicadas por otras instituciones financieras multilaterales”.  Siguiendo ese mandato, un proceso pensado para seis meses, se estaría terminando en apenas dos.

A pesar de estas limitaciones procedimentales, las Organizaciones de la Sociedad Civil han logrado hacer escuchar sus planteos. Durante la primera instancia de consulta (del 18 de marzo al 18 de abril), se hicieron llegar muchos comentarios al perfil de política. Entre estos comentarios, se destaca el documento elaborado por CEDHA y FUNDAR como representantes latinoamericanos de la Iniciativa por la Transparencia Global. Este documento detalla muchas de las debilidades más importantes de ese primer perfil de política, como falta de garantías para que la información fortalezca la participación o una débil construcción del sistema de excepciones, entre otras.

Luego de terminada la primera instancia de consulta, el Banco dio a conocer una versión borrador de su nueva política y un documento base con antecedentes para la misma, que fuera también elevada al Directorio Ejecutivo del para su discusión y eventual aprobación. A pesar de haber mejoras concretas (especialmente vinculadas a una mayor independencia en el proceso de apelación ante denegación de información), hay puntos que deben ser mejorados:

Escasas garantías para asegurar que un mayor acceso a la información posibilite una mayor participación de actores claves en los procesos de toma de decisiones vinculadas a políticas de desarrollo para la región.

Débil construcción jurídica del sistema de excepciones al principio de presunción de divulgación. La inexistencia de un test de daños como patrón orientador del sistema de excepciones así como el establecimiento de importantes márgenes de discrecionalidad hacen peligrar la efectividad del principio de presunción de publicidad.

El rol del Directorio Ejecutivo del Banco parece quedar al margen de los esfuerzos de dotar de mayor transparencia a la gestión del Banco.

Débil compromiso institucional para exigir transparencia en la información que el Banco maneja. Independientemente del nivel de involucramiento de los gobiernos en cada uno de los proyectos o del origen de la información, sería importante que sea el Banco quien elevare el estándar de transparencia de la información que maneja.

Además, a pesar de haber seguido en muchos puntos la política del Banco Mundial, es importante hacer notar que en algunas cuestiones aún se encuentran por debajo de ese estándar como por ejemplo respecto a la necesidad de difundir información de manera proactiva o la falta de conexión con las prácticas de traducción de la institución.

En este marco, se espera la aprobación de la nueva política para las próximas semanas. CEDHA, en conjunto con otras Organizaciones de la Sociedad Civil está abogando para que la nueva política no sólo respete los mínimos establecidos por el Banco Mundial sino también que implique una mejora respecto a esos estándares. Esperamos que el Directorio del BID sepa entender el acceso a la información como un derecho que posibilita una amplia participación en la discusión de políticas de desarrollo.

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Para más información:

Juan Martín Carballo

Coordinador del Programa de Gobernabilidad Global

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