Decía Atahualpa “Para el que mira sin ver, la tierra es tierra no más. Nada le dice la pampa, ni el arroyo, ni el sauzal.” En ocasión de su visita a Villa María para respaldar a la empresa estadounidense Innviron, el Secretario de Ambiente de la Nación Homero Bibiloni se
encargó de calumniar a la sociedad civil que trabaja en todo el país por una nación ambientalmente más responsable.
Literalmente el Secretario se expresó peyorativamente con respecto a lo que él denominó “onegeísmo ambiental que a veces son consultoras o estudios jurídicos disfrazados para hacer negocios”. Desearíamos atribuir las declaraciones del Secretario a su ignorancia sobre el movimiento ambiental argentino más que a la malicia. Sin embargo, su propio pasado lo condena, pues es él quien en su historia reciente, hasta unos días antes de asumir como Secretario de Ambiente se dedicaba a hacer negocios desde su estudio jurídico autodenominándose “abogado ambientalista”. Una revisión de las causas judiciales en las que intervino permite concluir que siempre lo hizo a favor de las empresas irresponsables en perjuicio de la gente que reclamaba por ejemplo por atención médica a sus hijos enfermos de cáncer por contaminación. Lástima, que el Secretario desperdiciara tan importante oportunidad, pues no se lo ve por estos pagos seguido, salvo por supuesto cuando de negocios se trata. Por supuesto querido lector que el término “onegeísmo” utilizado por tan importante envestidura no existe en el diccionario…
Para más información:
Romina Picolotti
Presidente Centro de Derechos Humanos y Medio Ambiernte
www.cedha.org.ar