Córdoba, agosto 2008 – Desde hace aproximadamente un año y medio, y con fondos de la Nación, la Municipalidad de Córdoba está optimizando y rehabilitando la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Bajo Grande, lugar destinado al tratamiento de los líquidos cloacales que produce nuestra ciudad.
La Estación Depuradora se encuentra enclavada en el este de la ciudad de Córdoba, uno de los sectores ambiental y sanitariamente más críticos de ciudad. Su reestructuración, es por su envergadura, la obra más importante que la Municipalidad de Córdoba ha implementado en materia de saneamiento en las últimas décadas.
El proyecto de rehabilitación está siendo desarrollado por la Empresa DYCASA SA desde el año 2007, con fondos aportados por el ENTE NACIONAL DE OBRAS HIDRICAS DE SANEAMIENTO (ENOHSA). El contrato de licitación suscripto por la empresa, detalla una etapa ambiental crítica que consiste en el volcamiento de la totalidad de efluentes cloacales que produce nuestra ciudad directamente al río Suquía. Este hecho, podría no solo impactar enormemente en el principal recurso hídrico de la ciudad, sino poner en riesgo la salud de los vecinos que residen en las inmediaciones de la planta, así como las comunidades ubicadas aguas abajo.
Ante tal panorama, sorprende que la inversión más importante que se ha realizado en la ciudad de Córdoba, (63 millones de pesos) para resolver una de las más acuciantes crisis ambientales que padece la ciudad, se esté ejecutando al margen de la ley. Y es que hasta la fecha, dicha obra, no cuenta con la Licencia Ambiental emanada de la Autoridad provincial competente. Es decir, que a más de un año del comienzo de obras, aún no es posible conocer la existencia o no de potenciales riesgos ambientales, así como el verdadero impacto en la salud y la calidad de vida de los vecinos, en el río y en las napas del lugar. Y por lo tanto, no es posible todavía establecer un plan de mitigación consecuente con los potenciales daños, así como establecer precisas medidas de seguridad para la población colindante.
Como si fuera poco, esta situación se ve agravada por la existencia de información contradictoria que se presenta periódicamente sobre el proyecto y que no permite determinar, a ciencia cierta, como finalmente se van a ejecutar las obras, y por tanto, la existencia y magnitud de impactos sociales y ambientales.
El contrato de licitación suscripto por la empresa DYCASA SA en el año 2006 y sobre el cual la misma debe realizar la obra, prevé un plazo de volcamiento de la totalidad de líquidos cloacales de la ciudad al río, por el lapso de medio día.
Por su parte en Diciembre de 2007, casi un año después del comienzo de las obras, la Municipalidad de Córdoba, presentó ante la Secretaría de Ambiente de la provincia un Estudio de Impacto Ambiental en el cual señala que el mentado volcamiento de efluentes sobre el río, se extendería por el transcurso de una jornada.
El 15 de julio de éste año, la Municipalidad presentó ante la Comisión de Seguimiento permanente, un documento de avance de obra actualizado por la empresa DYCASA S.A., en el cual se extiende nuevamente dicho plazo a 13 días.
Por su parte, el Ingeniero Nobile, Director de Redes Sanitarias y Gas de la Municipalidad, manifestó a la Comisión encargada del seguimiento del proyecto, que junto con el ENOHSA están analizando una nueva alternativa menos contaminante, sin embargo, ninguna de estas variantes se encuentran presentadas en el Estudio remitido por la Municipalidad a la Secretaría de Ambiente de la Provincia, que espera la aprobación ambiental de la obra.
La ausencia de Evaluación de Impacto Ambiental, así como la situación de incertidumbre sobre la magnitud e implicancias de este volcamiento, alarman a los vecinos del sector, quienes hace meses vienen reclamando a los organismos gubernamentales, la regularización legal de la obra que permita conocer con certeza cual será el impacto al que se verán expuestos, la existencia o no de riegos a la salud y a la calidad del agua que toman diariamente y que es extraída de las napas del sector, así como las medidas de seguridad que se están previendo y la creación de planes de prevención social y ambiental acordes a la verdadera situación.
Aún no se han recibido repuestas certeras por parte la municipalidad, la empresa o la Secretaría de Ambiente de la provincia, la incertidumbre entre los vecinos crece y mientras tanto las obras avanzan.
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Jorge Daniel Taillant
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