Jorge Daniel Taillant es fundador de CEDHA y dirige su trabajo en glaciares y minería

La ansiedad por dejar atrás a Copenhague y llegar a un acuerdo cueste lo que cueste ha sepultado al Protocolo de Kyoto. En el texto aprobado no hay metas de reducción de gases efecto invernadero y sabemos que sin eso se continuara incrementando las emisiones. En la situación actual nos encaminamos hacia una temperatura de 4 grados centígrados. Asimismo existe total ambigüedad sobre las cifras de financiamiento y no hay ningún compromiso sobre el origen de los fondos.

La pregunta de esta Cumbre fue hasta donde uno cede en favor del multilateralismo y de la precomposición de la confianza. Sin duda en México se reconstruyo la confianza y considero que esta es la mayor contribución de Cancún. Pero es importante que los representantes de los países no pierdan de vista lo esencial que es impedir que nuestro planeta sobrepase los umbrales de no retorno en la crisis climática. El texto no se ocupa de este tema esencial, es importante que los ciudadanos del mundo no nos relajemos pensando que Cancún fue un éxito. Pues no lo fue en términos climáticos.

Por supuesto que los países desarrollados están conformes con el texto pues no asumen ninguna obligación de mitigación de gases efecto invernadero.  En Cancún se priorizo el proceso por encima de la solución especifica del problema que es la obligación de mitigar los gases que causan el calentamiento del planeta hasta lograr una estabilización de temperatura que no ponga en riesgo a miles de millones de personas que habitan en los países en vías de desarrollo.

Resulta oportuno destacar que en mitigación el texto acordado representa un cheque en blanco para los países desarrollados pues no se especifica ni cuanto ni cuando deberán reducir emisiones. Sabemos que sin metas claras de reducción de gases efecto invernadero los países desarrollados continuarán incrementando las emisiones. En la situación actual nos encaminamos hacia una temperatura suicida de 4 grados centígrados.  Con respecto a adaptación al cambio climático si bien el texto refleja una arquitectura institucional justa para el Norte y para el Sur los fondos establecidos son claramente insuficientes y no hay claridad de donde surgirá el financiamiento necesario. En lo que se refiere a bosques se prioriza el mecanismo de mercado. Es decir, se toma al bosque como un commodity. La única herramienta de financiamiento que se rescata con claridad es la del mercado cuando la experiencia demuestra de manera contundente que el mercado ha fracaso rotundamente en producir la mitigación necesaria. Sólo hemos mitigado aproximadamente 6 giga toneladas desde el comienzo hasta hoy con los bonos de carbono. Lamentablemente el texto no refleja otras propuestas de fuentes de financiamiento como por ejemplo la creación de impuestos, subsidios, reducción neta evitada, etc. Por ultimo el documento de Cancún no menciona absolutamente nada sobre patentes intelectuales, si bien establece una arquitectura para la transferencia de tecnología no le otorga la facultad de abordar el tema de las patentes, que es crucial, pues la mayoría de la tecnología climáticamente amigable es propiedad de empresas de países desarrollados. Sin duda era necesario reconstruir la confianza luego de la frustración de Copenhague pero ha sido ha costa de la vida de los mas vulnerables y pisoteando la soberanía de Bolivia, un Estado que se comporto con dignidad y responsabilidad.

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Romina Picolotti

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