Esta entrada también está disponible en: Inglés

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) publicó su último informe sobre el estado del clima (Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad), advirtiendo sobre los severos impactos que el calentamiento global tendrá en ecosistemas de todo el planeta y los impactos en la salud humana probables que esto conllevará, haciendo hincapié en el hecho de que comunidades clima-vulnerables deberán afrontar serios desafíos para adaptarse a la crisis climática.

Agregando al conocimiento que se acumula sobre el cambio climático, producido por expertos científicos especialmente elegidos, este último informe de la IPCC examina los elementos más urgentes de la emergencia climática, y ofrece proyecciones del clima que demuestran que el cambio climático próximamente sobrepasará puntos de no-retorno, lo que impone riesgos catastróficos para los sistemas naturales y humanos. Las comunidades más clima-vulnerables, dice la IPCC, simplemente se deberán adaptar al calentamiento, es decir, si lo pueden hacer.[1]

Los países son limitados en su capacidad de implementar efectivamente medidas para adaptarse, debido a que la crisis del climate está acelerando rápidamente y las cosas se empeoran con el pasar del tiempo, mientras que la temperatura planetaria crece. Algunos de los impactos más salientes incluyen salvajes fuegos climáticos que ya son recurrentes en algunas partes de la tierra, domos de calor extremo que cubren grandes regiones, humedales que se secan y severas y prologadas sequías, o permafrost que se derrite en zonas del planeta donde debería esta todo congelado. Todos estos fenómenos, dice la IPCC, liberan gases de efecto invernadero que deberían estar guardados en los diversos ecosistemas del mundo (incluyendo el dióxido de carbono, pero tambien otros gases aun más potentes en términos del calentamiento, como es el gas metano). Los océanos del planeta absorben mucho de este calor, lo que a su vez calienta el fondo del mar, donde hay zonas de suelos congelados que como consecuencia se derriten por la suba de temperatura del agua, y liberan metano, lo que amplifica el calentamiento planetario.[2]

A pesar de los esfuerzos internacionales para promover políticas climáticas que reduzcan los gases de efecto invernadero que calientan al planeta, la suma total de todo el calentamiento planetario global continua creciendo, y esta acumulación se magnifica en lo que llamamos «círculos de retroalimentación» (feedback loops en Inglés) donde el calentamiento produce más calentamiento. Esto acelera aun más al cambio climático, hasta tal punto en algunos casos, donde ya es imposible revertir la situación. Es esencial, dicen los científicos climáticos, contener el calentamiento global a 1.5°C, límite establecido por la IPCC, ya que sobrepasarse de los 1.5°C, nos llevaría a disparar puntos de no retorno, los que a su vez llevan a impactos climáticos severos e irreversible.

Este informe de la IPCC es otro más en una serie de informes de la ciencia reciente emergente sobre el cambio climático. En este caso, el informe se enfoca en la capacidad de la sociedad y de los ecosistemas de adaptarse (o llegado el caso, en la incapacidad de adaptarse) a las tendencia de calentamiento. El informe subraya la importancia crítica de que todos los países se preparen con urgencia para lo que se viene, adaptándose donde es posible, mientras continuamos a avanzar esfuerzos para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, estrategia clave para frenar el cambio climático (lo que los científicos denominan como «mitigación»). la Dra. Aditi Mukherji, una de los autores del informe AR6 de la IPCC, comparte su perspectiva sobre uno de los puntos más importantes del informe y dice, «la efectividad de las medidas de adaptación se reducen drásticamente con niveles de calentamiento global entre 1.5°C y 2°C, lo que demuestra que las acciones de mitigación y adaptación deben ir de la mano.»

El problema, dice la IPCC, es que algunos de los impactos del cambio climático actual y futuro, no importa lo que hagamos, es simplemente inevitable y por lo tanto, debemos adaptarnos al cambio climático. Un factor agravante para la emergencia climática es que la adaptación al cambio climático es costosa, no solamente porque requiere niveles altos de inversión en infraestructura en comunidades clima-vulnerables, sino que además muchos de los recursos que se invierten hoy en el cambio climático están dirigidos a intentar reducir emisiones de gases de efecto invernadero, y no necesariamente son inversiones dirigidas a acciones que ayuden a la adaptación. Una gran parte del problema, dicen los autores de este informe de la IPCC, es que hemos subestimado los costos de adaptación, ya que proyecciones anteriores sobre las tendencias climáticas fueron basadas en estimaciones demasiado conservadoras y contaban con muchas incertidumbres sobre el futuro de las tendencias de calentamiento. Las tendencias climáticas que estamos viendo son más y más severas y crecen más de lo que se esperaba cada año que pasa. Los científicos proyectan que la adaptación de zonas costeras ante la suba del nivel del mar, implicará cientos de miles de millones de dólares por año. El costo exacto dependerá de los diferentes escenarios de emisiones e incrementará si los países no reducen intensamente sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Este nuevo informe se enfoca en los daños y perjuicios ocasionados por el cambio climático, y mira específicamente a la capacidad financiera de países a adaptarse al cambio climático. Se concentra en los impactos en la salud humana y en el ambiente, en las vulnerabilidades de comunidades y sus capacidades de adaptación. También enumera acciones de adaptación que pueden contribuir a un futuro más equitativo y más sustentable.[3]

A medida que el cambio climático se intensifica, se necesitan acciones urgentes que definan con efectividad cuáles estrategias adoptar y cuáles contaminantes abordar primero, ya que no todas las estrategias ni toda reducción de emisiones de contaminantes tiene el mismo beneficio inmediato. A medida que nos aproximamos a los puntos de no retorno, la reducción de ciertos gases de efecto invernadero son más importantes que otros. El gas metano, por ejemplo, es 86 veces mas contaminante que el CO2, medido en un periodo de 20 años, y por lo tanto, las estrategias que reducen emisiones de gas metano en el corto plazo ofrecen beneficios climáticos más importantes que la reducción de emisiones de CO2. Esto no implica que no debemos reducir emisiones de CO2, conjuntamente con la reducción de emisiones de metano, ya que en el largo plazo, ambas reducciones son necesarias para contener y revertir el cambio climático. Comparativamente, las estrategias de reducción de emisiones de CO2 tienen un beneficio que se realiza en mayor tiempo, y lamentablemente no se reflejará la mejora en el clima por muchas décadas, inclusive las estrategias de reducción de emisiones de CO2 podrían no resultar en mejoras tangibles por siglos o por milenios. Sí es importante sin embargo que se reduzcan las emisiones de CO2 para la salud longeva del clima planetario. Los contaminantes más potentes como el metano, el carbono negro (el hollín) y algunos refrigerantes sucios (conocidos como HFCs), pueden ofrecer beneficios en el corto plazo, para contener el calentamiento global antes del año 2030.

Otras estrategias en paralelo a la reducción de gases de efecto invernadero también son importantes y pueden ayudar a las comunidades más afectadas a afrontar el cambio climático mientras que se mejora el bienestar humano y la economía local. Por ejemplo, mediante iniciativas que mejoran la eficiencia energética de edificios utilizando soluciones naturales para controlar la temperatura, se pueden lograr grandes beneficios y reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Muchas comunidades urbanas de bajos ingresos, por ejemplo, sufren calor extremo porque carecen de vegetación para generar sombra, o porque los materiales utilizados en la construcción de sus viviendas no son muy eficientes en su dinámica térmica. Las áreas urbanas son responsable del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Lamentablemente se estima que el 80% de las ciudades con metas de reducción de CO2 fallaran en su objetivo. Si se introducen superficies refractarias sobre los techos y en otras superficies que reciben luz solar (mediante la introducción de arboles u otra vegetación) se puede reducir enormemente la temperatura ambiental en los días más calurosos. Estrategias como éstas para reducir la necesidad de utilizar aire acondicionado, no solamente reducen emisiones de refrigerantes contaminantes, pero también mejoran la salud humana y la economía de hogares que ya tienen desventajas sociales y económicas. Son justamente las comunidades de bajos ingresos que generalmente sufren del impacto del calor urbano. Estrategias para reducir el calor urbano también aumenta el valor de la propiedad, baja la cuenta de luz, mejora la salud pública e incrementa la durabilidad de los materiales de construcción, resultando en ahorros en infraestructura y en mantenimiento para gobiernos locales.

Otras soluciones basadas en la naturaleza, por ejemplo, la restauración de ecosistemas, tales como bosques y humedales, pueden incrementar la capacidad de sumideros de carbono para almacenar emisiones de carbono. Sin embargo, dicen los autores de AR6, «muchos ecosistemas naturales ya están en el límite de su capacidad de adaptarse mientras que la posibilidad de introducir nuevos sistemas podrá limitarse por el incremento del calentamiento global.» Un limite rígido implica que los métodos adaptativos o estas soluciones naturales se tornan inefectivos para evitar el riesgo.

La IPCC enfatiza la importancia de considerar la mitigación (reducir emisiones) conjuntamente con la necesidad de estrategias de adaptación para mejor manejar el cambio climático. La data de este último informe de la IPCC seguramente incidirá en el formato y contenido de la próxima cumbre climática (COP27) que tendrá lugar este año en Egipto. Esta cumbre ciertamente deberá responder al llamado de los países más clima vulnerables a la emergencia climática que enfrenta, con asistencia y financiamiento para afrontar la necesidad de adaptarse al cambio climático.[4]

Ligas a documentos:

Informe de la IPCC: Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad.
https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg2/


[1] Liga al informe completo contiene la información citada. https://report.ipcc.ch/ar6wg2/pdf/IPCC_AR6_WGII_FinalDraft_FullReport.pdf

[2] Cómo el calentamiento global liberará gases de metano atrapados en el océano: https://www.nationalgeographic.com/science/article/greenhouse-gases-lurk-in-oceans-could-make-warming-far-worse

[3] https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-ii

[4] https://unfccc.int/news/more-ambitious-climate-plans-needed-ahead-of-cop27